FEDERACION ESPAÑOLA DE MUNICIPIOS Y PROVINCIAS

20 Abril 2024

La Estrategia Local de economía circular

¿Qué es y por qué la FEMP ha elaborado un modelo estratégico para los municipios sobre economía circular? ¿Cuáles son los objetivos? ¿Para qué una estrategia? ¿Qué medidas y actuaciones se proponen? ¿Vamos retrasados o por delante de otras Administraciones Públicas en esta materia? ¿El Plan propuesto por la FEMP es voluntario u obligatorio para todas las Entidades Locales? ¿Cuáles son los plazos? ¿Qué relación tiene con los ODS? ¿Y con la Agenda Urbana? Las siguientes páginas dan respuesta a estos interrogantes.



Fueron David W. Pearce y Kerry R. Turner, dos especialistas británicos en economía y medio ambiente, quienes en los años ochenta introdujeron en sus trabajos el concepto “economía circular”. Fue en su obra “Economía de los recursos naturales y del medio ambiente” y desde su publicación el concepto y las ideas que promueve se han ido perfilando y ampliando internacionalmente hasta nuestros días. 
 
En España, también. Aquí, el pasado 15 de marzo se cumplió el segundo aniversario de la Declaración de Sevilla, un documento firmado en 2017 en esta capital andaluza por decenas de Alcaldes y Presidentes de Diputación de toda España en el que se comprometieron a promover e impulsar en sus territorios la Economía Circular, un modelo económico que plantea la gestión más eficiente de los recursos, desde su producción y consumo hasta el tratamiento y reciclaje de los residuos. 
 
Los Alcaldes afirmaron en dicha Declaración que el papel de las ciudades es fundamental para la implantación del nuevo modelo de desarrollo que representa la Economía Circular, “una fórmula en la que la revalorización de los residuos, la preservación de los recursos y la tendencia hacia el vertido cero abre la puerta al crecimiento sostenible y a la competitividad”. La importancia de los Ayuntamientos es, por tanto, esencial y en ello coinciden todos los sectores y Administraciones implicadas. Así lo reconoció en Carta Local el Director General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja, al señalar que “la Economía Circular no se puede concebir sin un papel muy activo de los municipios”. 
 
A su juicio, los Ayuntamientos son imprescindibles en todas las actividades que tienen que ver con los recursos económicos y con los ciudadanos. “Desde todos los servicios municipales hay que optar por soluciones circulares: los transportes limpios, la eficiencia energética, soluciones innovadoras en lo que se refiere al tráfico y para conseguir un crecimiento verde. Todo esto no se puede concebir sin un papel muy activo de los municipios, que pueden incentivarlos y pueden apoyarlos”, sostuvo. 
 
La FEMP ha sido muy consciente desde el primer momento de este reto y por ello ha trabajado intensamente desde hace años en la elaboración de un modelo de Estrategia de Economía Circular, una herramienta propia con pautas y medias concretas, que pueda ser aplicado por los municipios españoles, cada vez más concienciados y dispuestos a participar en este nuevo modelo productivo. Para la elaboración del Modelo se ha partido de tres ideas esenciales, que Luis Enrique Mecati, Subdirector de Medio Ambiente de la FEMP, resumen así: primero, no será posible el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS ) sin la existencia de la economía circular. Segundo, no habrá economía circular ni ODS sin las ciudades y los pueblos. Y tercero, nada podrá conseguirse sin la participación y el cambio de hábitos y comportamientos de los ciudadanos.
 
El modelo estratégico elaborado por la FEMP, que es pionero ante otras Administraciones Públicas, está estructurado en cuatro grandes áreas: encuadre conceptual, diagnóstico, plan de acción municipal y plan de seguimiento. Su aplicación por las Entidades Locales será voluntaria y las interesadas podrán ponerlo en marcha sin plazos establecidos para su conclusión. En todo caso, los plazos serán los establecidos en las normativas nacionales y europeas. Un ejemplo es el marcado por la UE para el año 2025 en el que cada Estado miembro deberá reciclar el 55% de sus residuos.
 
ENCUADRE CONCEPTUAL

 
El gran objetivo de la economía circular, “un concepto globalizador y multifacético”, es maximizar los recursos materiales y energéticos disponibles con la finalidad de que permanezcan en la economía el mayor tiempo posible, reduciendo al máximo la generación de residuos. Esto implica necesariamente cambiar el modelo de producir y, en último término, la actitud, los hábitos y el comportamiento de los ciudadanos. 
 
El alineamiento del plan con los ejes estratégicos de los ODS y de la Agenda Urbana es absoluto en asuntos como la minimización de la utilización de recursos naturales, la gestión del consumo de agua, la sostenibilidad de los espacios urbanos, los espacios y las conductas saludables y las políticas de transversalidad. 
 
En este contexto, se plantea el desarrollo de nueve políticas circulares, entre ellas, la prevención, reutilización y gestión de residuos; el consumo responsable del agua; la movilidad sostenible; los territorios saludables; y el desperdicio alimentario. A ellas se añaden otras políticas de transversalidad, como la compra pública sostenible e innovadora, el desarrollo e implantación de nuevas tecnologías, o la transparencia y gobernanza compartida.
 
DIAGNOSTICO 
 
Obtener una primera imagen del estado de la economía circular en el ámbito espacial de la Entidad Local es una de las primeras actuaciones propuestas en el plan de la FEMP. Se trata de identificar y analizar las actividades locales relacionadas con los ejes estratégicos de circularidad o que guarden relación con este modelo económico. 
 
Para ello se proponen cinco líneas de trabajo: identificación de los recursos naturales “clave” y de los principales problemas; políticas de planificación y gestión local existentes; estado de dependencias e instalaciones públicas; evaluación de la prestación de servicios a la ciudadanía; y actividades de otras entidades, organizaciones y agentes sociales. 
 
El diagnóstico debe proporcionar la suficiente información para detectar los ámbitos prioritarios de actuación. De este modo, llevará a cabo acciones que proporcionen información sobre aspectos como los territorios con fortalezas naturales o económicas destacadas; los principales flujos de residuos existentes en el territorio (domésticos, agrarios, industriales, etc); y los problemas medioambientales y económicos que entrañan (por ejemplo, las molestias urbanas, las emisiones de gases de efecto invernadero, los flujos no optimizados, los gastos de transporte, etc.) y cómo podrían reducirse. 
 
También debe estudiar los residuos con un potencial significativo pero que no son reciclados o valorizados, y cuáles son las causas; la existencia de pequeños depósitos de residuos de alto valor añadido (residuos electrónicos, plásticos, vehículos fuera de uso,...) cuya recogida podría optimizarse para permitir de manera viable su recuperación/reciclaje y de algún actor económico local que quiera aprovechar esta oportunidad; y la existencia de potenciales grandes consumidores locales de materias primas recicladas o productos de la recuperación y en qué condiciones serían capaces de abastecerse localmente. 
 
Otros aspectos a tener en cuenta en la fase de diagnóstico son los actores económicos y los sectores emblemáticos, en términos de reciclaje y recuperación; la identificación de nuevos espacios de mercado vinculados a la economía circular, en conexión con fortalezas regionales (recursos naturales y pymes innovadoras) y actores voluntarios interesados en este nuevo mercado (asociaciones, empresas) para eliminar barreras que permitan conquistar el nuevo mercado y el desarrollo del sector; y los territorios con potencial para emprender enfoques de innovación urbana, ecobarrios con una gestión sostenible de los recursos, desarrollo de servicios de movilidad innovadores destinados a la sustitución del automóvil, creación de plataformas colaboradoras de consumidores, etc. 
 
Una vez establecido el diagnóstico el objetivo siguiente será identificar cuáles son los nuevos sistemas operativos que se requerirían para el aprovechamiento de las oportunidades previstas y para la remediación de las deficiencias detectadas, es decir, para acometer el desarrollo de un Plan de Acción.
 
PLAN DE ACCION MUNICIPAL
 
Para facilitar la implantación de la economía circular en los territorios, el Plan elaborado por la FEMP aporta diferentes recomendaciones prácticas que las instituciones pueden adaptar en función de sus especificidades. La metodología para su desarrollo comienza con un texto introductorio, que contextualiza la política de que se trate y seguidamente se exponen las medidas en una serie de fichas que incluyen los objetivos, las actuaciones prioritarias para conseguir las metas definidas, las políticas transversales que facilitarían su ejecución, indicadores de seguimiento y buenas prácticas de referencia. 
 
Los ejes estratégicos del Plan recogen un total de 29 medidas, estructuradas en cinco grandes áreas: minimización de la utilización de recursos naturales; gestión del consumo de agua; sostenibilidad de los espacios urbanos; espacios y conductas saludables; y políticas de transversalidad. 
 
El objetivo de este Plan de Acción Municipal no es el cumplimiento de todas y cada una de las medidas recogidas en el documento, sino la aportación de ideas prácticas que puedan ser de utilidad, pudiendo ser adoptadas, o no, por dichas instituciones, en función de sus especificidades.
 
PLAN DE SEGUIMIENTO
 
Finalmente, la última fase del Plan de Acción contempla un Plan de Seguimiento en el que se definen los indicadores de evaluación asociados a las medidas estratégicas de cada uno de los ejes del Modelo de Estrategia y que deben servir para que las Entidades Locales puedan cuantificar su grado de progreso en la transición hacia el modelo de economía circular. 
 
Este seguimiento es considerado fundamental para entender cómo los distintos elementos de la economía circular se desarrollan con el tiempo, identificar los factores de éxito, determinar si se han tomado medidas suficientes y establecer nuevas prioridades en favor del objetivo a largo plazo de una economía circular. 
 
 
Economia Circular

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Carta Local nº 377, marzo 2024.pdf